Una utopía posible: La economía del Bien Común.

Estas últimas semanas he estado leyendo el libro «La economía del bien común» de Christian Felber.
Es un libro muy recomendable, que responde a una queja bastante generalizada que vengo escuchando últimamente: «el sistema no funciona», «el modelo económico no vale»,« hay que hacer algo para cambiarlo»…

La propuesta que nos trae este libro propone un sistema alternativo, basado en la economía del bien común, en la que se utilizan métodos participativos, propuestas nuevas y antiguas, iniciativas utilizadas y/o en desuso así como nuevas propuestas de democratización de empresas.

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Si tenéis diez minutos podéis echarle un vistazo al vídeo que os pongo a continuación en el que se explican los conceptos de este nuevo modelo:

[vimeo 31051246 w=400 h=300]

El autor del libro y los grupos de personas interesadas en la economía del bien común, han diseñado la idea a través de procesos participativos, convirtiendo la teoría en práctica empresarial. Esto da al modelo una legitimación mayor; ya que la existencia del modelo en empresas y colectivos muestra que se puede llevar a cabo, mostrando un camino que es posible seguir. Muchas teoría se quedan en los libros, con ideas muy interesantes pero sin poder saltar al mundo real, ésta en cambio tiene ejemplos vivos en cada parte del mundo y ha conseguido crear una buena base apoyándose en movimientos existentes (banca ética, comercio justo...) y creando nuevos.

El objetivo de la economía del bien común, es satisfacer las necesidades de bienestar de las personas, y considera que la economía debe estar supeditada a este objetivo. El aumento de la riqueza no puede ser el objetivo del sistema, como es actualmente. Este es un concepto que está en la mayoría de las constituciones y lo que propone aunque parezca radical, es cumplir con lo que la voluntad popular ha decidido.

Constitución del estado libre de Baviera:

«Toda actividad económica sirve al bien común.» (Art. 151)

Se ve a la empresa como parte muy importante de todo este cambio, y critica el modelo actual de “libre mercado” en el que empresas que destrozan el medio ambiente, violan sistemáticamente los derechos humanos y explotan a las trabajadoras, tienen el mismo tipo de acceso al mercado que empresas que fomentan la igualdad de géneros, la responsabilidad ambiental y los derechos humanos y laborales. Para cambiar esta tendencia, propone principios lógicos con los que regir las empresas, y para ello han creado una interesante matriz con la que valorar el comportamiento de las empresas. A mejor comportamiento con la sociedad mayores beneficios fiscales/económicos obtendrá una empresa por parte del estado, premiando la búsqueda de la economía del bien común.
Todo esto deberá estar apoyado en una banca democrática, que financie estas actividades y de la que que ya existen varios ejemplos en funcionamiento.

Otro de los puntos interesantes del modelo es el cambio democrático que propone pasando del actual modelo a “tridimensional” donde los tres tipos de democracias tengan el mismo valor:

Por último me gustaría comentar también otra propuesta que me ha parecido interesante, la limitación del derecho de herencia y los fondos intergeneracionales; con la que se evitaría concentrar el patrimonio y se podría repartir mejor entre la ciudadanía disminuyendo las desigualdades. Una apuesta puede que polémica pero no carente de sentido.

En fin... un libro interesante de leer, en el que se propone un modelo diferente, ilusionante y aglutinador de movimientos alternativos con el que es posible empezar a pensar en un sistema en el que el bienestar de las personas sea lo principal.

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Página oficial de la economía del Bien Común